lunes, 11 de junio de 2012

La complejidad de la calma.


Duermes tranquilo sin darte cuenta de lo que pasa a tu alrededor...
estas plácidamente quieto en tu lugar, no hay preocupación, 
el viento pasa ligero, y el tiempo extrañamente lento.

Tu única preocupación es poder sentirte así, tan blanco, tan leve, tan inerte 
lejano del mundo, sientes que tu equilibrio mejora, que la vida tiene sentido,
logras ver el camino que te guía a la ¡cima!

Pero sin poder alcanzar a tocar la ultima pendiente te despiertas, estas furioso, deseas ¡ acabar con todo!
lanzas injurias a diestra y siniestra, el mundo se ha convertido claramente en tu enemigo...
quieres liberar tu presión, sin tener en cuenta el daño que causaras,
quien está a tu alrededor solo podrá huir, para evitar de ti ser visto y acabado.

Amenazas con entrar en estado de descontrol, te vigilan constantemente sin cesar,
no eres persona en quien se pueda confiar, 
tu ser interno hay que examinar.

todos te respetan, 
mejor aun te tienen miedo, logras que se alejen de ti y que no te usen por algún tiempo,
la magia de tu poder enceguece a quien te logra admirar, es allí donde sabes que de nuevo puedes volver a tener paz,
regresas a tu estado natural... durmiendo plácidamente, 
entre nieve y vientos gélidos, sin preocuparte de lo que pasa en el mundo, 
estas en contacto contigo mismo, ¡porque nada más importa!

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